Érase una vez,una niña que comía muy despacio
y lo que menos le gustaba era que le dijeran:¡Come!
Un día,estaba tardando tanto que su padre le dijo:
-Hija,no me tengas aquí esperando porque la luz
nos cuesta mucho dinero,encima,tenemos que pagar
más impuestos que antes y es espantoso.
Pasado un rato,ella, seguía sin comer y el otro le
volvió a advertir:-¡Que se nos va a hacer de
noche,cómete ya estas dos croquetas que te faltan!
Entonces la niña le gritó:
-¡Tontooooo!
El padre enfadado le dijo:
-¡Y el queso también!
Ella:
-¡No me gustaaa!
El:-Me da exactamente igual que no te guste,no te
duermas en la mesa y sobre todo,¡no me llames
tonto!
Y usted,señorita está castigada sin cenar por
insultarme.
Que sepas que cuando eras pequeña comías muy
bien hasta que tu hermana empezó a hacer bobadas.
Al final,en la cocina oyeron una voz que decía:
-¡Bibidi,bobidy,¡bo!
Y todo fué como era antes:
ya no se pelearon más y la niña ya no volvió a insultar
ni a comer mal.
Y FUERON FELICES Y COMIERON PERDICES.
Fin